
El sector de las gasolineras en Ecuador se enfrenta a cambios significativos con el reciente anuncio del plan para mejorar la calidad de la gasolina de 87 octanos, un proyecto que ha alcanzado un 80% de avance pero que todavía suscita dudas sobre su viabilidad. Este plan, impulsado por el Ministro de Energía, Fernando Santos, pretende implementarse en los próximos meses, aunque existen preocupaciones respecto a la coordinación y la normativa actual que podría afectar su aplicación efectiva.
Expertos en el sector energético, como Darío Dávalos, han señalado la necesidad de realizar ajustes normativos y de importación para garantizar el suministro de la nafta necesaria para este tipo de gasolina. Además, se menciona que al elevar el octanaje se incrementaría el costo de los subsidios, dado que la importación de gasolinas de mayor octanaje es más costosa. Esta situación plantea un desafío, ya que el precio de venta al público se ha mantenido congelado, aumentando la carga sobre el subsidio estatal.
Este cambio en la formulación de la gasolina no solo busca una mejora en la calidad del combustible sino también un impacto positivo en el medio ambiente, beneficiando así a un mayor porcentaje del mercado automotor ecuatoriano. No obstante, las implicaciones financieras de este ajuste generan debate entre los expertos y las autoridades, considerando el contexto económico actual del país y los desafíos logísticos que conlleva la implementación de tales medidas.
La situación del sector gasolinero en Ecuador sigue evolucionando, y los consumidores, así como los operadores de estaciones de servicio, estarán atentos a las decisiones finales que se tomen respecto a este plan que podría transformar significativamente la industria del combustible en el país.
Fuente: El Universo y Qué Noticias.